Si ayer comentábamos el impacto de los resultados electorales en la cotización y la preocupación de los inversores por los signos de inestabilidad, hoy el INE pone el interés sobre el período previo a los comicios. Más concretamente, la escalada del PIB en el primer trimestre, con una subida del 0’9% que supone el mayor ritmo intertrimestral desde aquel lejano 2007 en que aún no habíamos oficializado la “crisis”.
Gráfico elaborado por el INE
Aunque es ya el séptimo trimestre en positivo, no deja de llamar la atención el tirón a la alza coincidiendo, precisamente, con las múltiples citas electorales en la primera mitad del año. Y los propios datos de Contabilidad Nacional Trimestral nos confirman algunas claves de fácil deducción: el consumo final de los hogares, aunque ha crecido, lo ha hecho a menor ritmo que en el último trimestre de 2014 (dos décimas menos), y la demanda externa, a pesar de haber mejorado con respecto al trimestre anterior, sigue en registros negativos (-0’3%), de manera que el “subidón” del IPC hay que achacarlo, fundamentalmente, al consumo final de las Administraciones Públicas, que se ha acelerado al 1’6% (frente a la tasa negativa del -1% del trimestre anterior).
Foto: Srgpicker. Fuente: Flickr
Que aumente el gasto público coincidiendo con las elecciones municipales no es ninguna novedad. Lo observamos en las obras urbanas que proliferan en la práctica totalidad de los ayuntamientos cada vez que tocan urnas. También lo confirman los datos de ocupación: el incremento de empleos equivalentes a tiempo completo ha sido de un 0’8% y los sectores más beneficiados, la construcción y la industria, sobre todo el primero, que ha aumentado un 9’7% (6’4 puntos por encima del trimestre anterior). Y lo ratifican, también, los datos de inversión, que se sitúa en el 6%, debido fundamentalmente a la construcción, que aumentó casi un 5%.
En total, la tasa de crecimiento interanual del Producto Interior Bruto se sitúa ya en el 2’7%, siete décimas más que en el trimestre anterior y superando las previsiones del dato avanzado del mes de abril, que la situaban una décima por debajo. Pero queda aún mucho año por delante, con nuevas citas electorales (generales y Cataluña) y a la expectativa del impacto final del nuevo mapa político.
Alberto López 